domingo, 29 de octubre de 2017

Mi tesis doctoral, para tod@s vosotr@s!

Como ya sabréis por lo pesado que he sido en las últimas semanas, hace un mes que defendí mi tesis doctoral tras un proceso de unos cuatro meses desde que empecé a escribirla

Durante este tiempo, sois muchos los que me habéis pedido que cuando la tesis estuviese acabada, os la enseñase. Creo que os vais a dormir rápidamente por el tocho infumable que he escrito, pero como se suele decir, el público manda, así que en el post de hoy os voy a pasar el enlace para que la podáis consultar en PDF. 

Para que luego no digáis que no os he avisado, os dejo un breve resumen antes de que os la descarguéis, por si acaso:

Seguridad y Vigilancia. Gestión de la Vida en el Siglo XXI.

Chernobyl, el ébola, la gripe H1N1, los ataques de ántrax, los alimentos modificados genéticamente, el uso de armas biológicas… son algunos de los eventos de los que hemos sido testigos en los últimos años y que han supuesto grandes controversias e implicaciones sociales. ¿Qué tienen en común todos ellos? Una preocupación central por la vida, en concreto por la seguridad y la vigilancia de la vida.

La presente tesis doctoral trata de describir y analizar precisamente cómo la vida es asegurada y vigilada desde el comienzo del siglo XXI. Desde la perspectiva de los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (STS), junto con algunos conceptos de autores como Gilles Deleuze, Michel Foucault o Jacques Rancière, este trabajo presenta el contexto que caracteriza a los primeros años del siglo XXI, donde el concepto de vida deviene central: biotecnología, biobancos, alimentos bio, biomercados, bioataques, bioética, bioestadística… nuestra sociedad está rodeada del bios. 

Pero, ¿Qué implicaciones sociales tiene la mayor preocupación contemporánea por la seguridad y la vigilancia de la vida? Muchos autores, a partir del trabajo realizado por Michel Foucault durante los años 60 y 70 han tratado de responder a esta pregunta en clave biopolítica. Pero como Gilles Deleuze afirmó, la biopolítica es toda una maquinaria muy útil para explicar la gestión de la vida, pero tan solo en un momento histórico muy concreto: el siglo XIX y el comienzo del siglo XX. Sin duda alguna, el panorama sociocultural ha sufrido profundos cambios desde entonces, lo cual supone que la biopolítica no satisfaga a la pregunta anterior para explicar las cuestiones del bios en la actualidad.

Por ello, en la presente tesis se acuña el concepto de “observación sindrómica” como un intento de resolver la anterior pregunta desde una perspectiva psicológica, cultural y social contemporánea y reciente. La respuesta, en breve, consiste en: 1) un profundo cambio en la conceptualización de la vida: la vida es flujo desterritorializado, 2) el cambio de rol de la ciudadanía lega o no experta hacia un papel activo en la vigilancia y la seguridad, 3) la obsolescencia de las fronteras geopolíticas y 4) la práctica de la vigilancia y la seguridad desde dentro de las propias dinámicas sociales. Estos puntos suponen el grueso de la tesis, explicados tanto en los seis artículos que componen el corpus empírico principal de la tesis, como en los tres artículos anexados.

Finalmente, se recogen también sendas implicaciones de la gestión contemporánea de la vida en clave de seguridad y vigilancia, así como algunas problemáticas sociales muy recientes sobre las que podemos aplicar el concepto de observación sindrómica.

Avisado quedas: aquí la tienes. 😜
(tienes que pinchar en el enlace que hay en el apartado "localización")

Si decides leerla me encantaría conocer qué te ha parecido y comentar cualquier cosa que consideres relevante!!

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miércoles, 25 de octubre de 2017

¿Qué es el cum laude?

Qué es-cum laude-doctorado-tesis
Después de unos post en los que me he explayado escribiendo, en el post de hoy intentaré ser breve. Como sabéis, hace unas semanas acabé el doctorado, y finalmente conseguí la calificación "Cum Laude". Algunas personas me habéis preguntado qué es y qué efectos tiene sobre una tesis, así que hoy aprovecharé este post para explicároslo rápidamente. Vamos allá:

En pocas palabras, el cum laude es el equivalente a la matrícula de honor en una asignatura de una carrera universitaria. Es decir, se trata de la máxima calificación que se puede obtener (hablo de España, ya que en otros países el cum laude se subdivide en varios niveles). Creo que Wikipedia lo explica bastante bien aquí. "Cum laude" es una expresión latina que significa "con alabanza" o "con elogio". y sirve para indicar el máximo rango de calificación atribuida a una tesis doctoral.

Como decía, igual que ocurre en los grados universitarios, cuando una persona obtiene un sobresaliente, opta a conseguir una matrícula de honor si el profesor considera que esa persona ha trabajado mucho y ha hecho méritos por ser el mejor de la clase. Pues más o menos lo mismo ocurre con el cum laude en el doctorado. 

Y digo más o menos porque es cierto que el cum laude, (por lo que he leído, ya que no he dirigido ninguna tesis doctoral por el momento) ha perdido parte de su valor debido al alto número de personas que lo obtienen (si todo el mundo consigue una matrícula de honor, ¿tiene mérito conseguirla?). El modo de obtener el cum laude es sencillo de entender: cuando el tribunal (formado por tres miembros) de tu tesis evalúa tu trabajo, cada uno de los tres debe marcar en secreto (es decir, sin que los demás lo sepan) una casilla si consideran que el doctorando es digno de conseguir tal calificación. Si los tres miembros del tribunal marcan la casilla, cuando la universidad abre el sobre con la calificación y lo comprueba, se lo hace llegar al doctorando (ya que cada miembro solo sabe lo que él ha puesto, es imposible que se sepa antes de que la universidad lo compruebe si se ha obtenido o no esta calificación). 

Y esto es todo. Al final creo que he sido breve. Si tienes alguna pregunta al respecto, déjamela en los comentarios y te contestaré en seguida!

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 Photo Credit: John Richardson

sábado, 21 de octubre de 2017

¿Para qué sirve un doctorado?

Para qué-doctorado-tesis-doctoral-PhD
Antes de empezar mi doctorado hace un poco más de tres años, y debo reconocer que durante este tiempo también; de vez en cuando me he preguntado para qué sirve un doctorado en términos prácticos. Me explico: todos sabemos ya que un doctorado es el último escalón de la enseñanza universitaria y que es necesario para trabajar de profesor en una universidad o como investigador. Pero en la práctica, en el día a día, ¿para qué sirve un doctorado? o en otras palabras ¿qué diferencia a una persona con doctorado de otra que no lo tiene?

No sé, seguramente sea una pregunta curiosa más que otra cosa, pero como os digo siempre me la he planteado. Y como no he encontrado mucha información en internet que responda mi pregunta, voy a tratar de hacerlo yo hoy aquí, y si alguno de vosotros tenéis más respuestas, déjamelas aquí abajo! Vamos a ello:

En primer lugar, una persona con un doctorado no es mejor ni peor; ni más sabia ni menos; ni está por encima de otra persona que solo sea licenciado o de aquel que lleva abriendo su cafetería a las seis de la mañana desde hace treinta años (de hecho, para mí esta persona tiene mucho más mérito que aquella que ha hecho un doctorado). En este sentido, un doctor, insisto, solamente es una persona que ha estudiado tres años más que una persona que se quedó en la etapa de máster, o nueve años más que una persona que no ha estado en la universidad. En definitiva, se trata de tener un título o no tenerlo, pero eso no habla en absoluto de cómo es esa persona. 

Por otro lado, a efectos prácticos, ser doctor en España ni tan siquiera da prestigio. La masificación de las universidades junto al problema laboral que atraviesa nuestro país desde hace años (junto a otras variables relacionadas) ha hecho que ser doctor sea ser otro doctor más. Por supuesto, haber llegado al punto de doctorarse es un logro (y más tal y como están las cosas y lo difícil que es conseguir financiación para costearse los años de doctorado).

¿Para qué sirve un doctorado entonces? Pues bien, mi respuesta personal es que un doctorado, al menos un doctorado en Ciencias Sociales (rama a la que pertenece el mío y por tanto, desde donde yo puedo hablar) te da una sensibilidad para cuestionar y reflexionar sobre aquello que ocurre a tu alrededor de otra forma, con otros ojos, si queréis llamarlo así. Cuando sale una noticia polémica en la televisión, el doctorado me ha servido para aprehender que aquello que se cuenta es mucho más complejo y rico en matices que un punto de vista particular o que lo que cierta persona o institución cuentan. Esto, unido a las herramientas y habilidades para buscar y analizar información que aprendes durante los años de doctorado me ha servido para tener una visión más crítica,  escéptica, prudente y madura a la hora de entender cualquier fenómeno social. 

Y supongo que algo similar ocurrirá con los eventos científicos para un doctor en un área de las llamadas "ciencias duras". A la hora de contar un fenómeno científico en la televisión o en internet; o a la hora de explicar científicamente la validez o no de un medicamento, de un experimento o de una explicación astronómica; un doctor siempre va a tener esa capacidad crítica para leer "entre líneas" y saber matizar y tener en cuenta diversos puntos de vista, teorías y explicaciones al respecto. 

En definitiva, si algo puede diferenciar a una persona con doctorado de otra que no, es esta capacidad crítica y de tener en cuenta lo complejo que es todo como para reducirlo a una simple explicación o teoría. Y no es que esto sea exclusivo de alguien que sea doctor o doctora; sino que es parte obligatoria o indispensable de aquella persona que haya estudiado un doctorado. Mucha otra gente tiene esta capacidad porque en su tiempo libre le gusta leer y formarse, o bien porque en su trabajo son verdaderos cracks. Por tanto, volvemos al inicio de este post: un doctorado, al final solamente sirve para tener una línea más de currículum que lo atestigüe. La diferencia la marcarás tú como persona, no el doctorado.

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 Photo Credit: katjung

martes, 17 de octubre de 2017

Diez cosas que debes saber al empezar un doctorado

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Estamos en octubre, esto significa que durante estos días muchas y muchos de vosotros os estáis matriculando o bien os habéis matriculado hace poco en un programa de doctorado. Y puede que sea vuestro primer año. Si este es tu caso... el post de hoy es para ti.

He pensado que qué mejor que aprovechar este momento del año para escribir un post con diez ideas, reflexiones, hechos y experiencias sobre el doctorado que considero importante que conozcas antes de empezar o bien cuando empiezas un doctorado. Espero que te ayuden. Vamos allá:

  1. Un doctorado es un proceso largo. Como mínimo, vas a estar dos años y medio dedicándote a esto. Si lo haces a tiempo parcial y pides prórroga, se te puede llegar a ir a seis años. ¿Estás preparado para estar ese tiempo estudiando, leyendo, haciendo experimentos, recogiendo datos...?
  2. Lo siento, pero en España no está nada claro el futuro de un doctor. A día de hoy, acabar el doctorado en España no te garantiza absolutamente nada. Ni que vayas a trabajar de profesor en una universidad, ni que vayas a encontrar trabajo rápidamente de lo tuyo. 
  3. ¿Tienes algo mejor que hacer? No malinterpretes mi pregunta. Me refiero tan solo a que si estás haciendo el doctorado porque es lo tuyo, lo que te gusta, lo que te toca el alma, lo que te quita el sueño; o simplemente estás aquí porque no encuentras trabajo (revisa el punto anterior), porque no quieres dejar la seguridad de la universidad o porque un primo te recomendó que lo hicieses. 
  4. Un doctorado no es un trabajo. Si nos atenemos a la ley, un doctorado es el último escalón de la formación y la educación universitaria. Si lo miramos por el lado pesimista, un doctorado es sacar las castañas del fuego a tu grupo de investigación durante diez horas diarias, muchas veces incluyendo los fines de semana. Tan solo podrás llamarlo trabajo si consigues un contrato tipo FPU o FPI (entre otros), por el cual te pagarán unos 900-1000 euros mensuales.
  5. Aquí hay chanchullos como en cualquier lado. Sería ingenuo pensar que no, pero esto es España: las cosas se sacan en el último segundo a veces; otras no se hacen como se debería; hay injusticias y elecciones poco apropiadas; y los apaños para que algo no se note también ocurren. Como en todos lados.
  6. El mejor no es el que más trabaja. Siguiendo al punto anterior, trabajar más que nadie, tener más méritos académicos; o no digamos ya ser buen profesor, buen compañero o buen investigador (no, no es lo mismo que tener más méritos) no te garantiza nada. Esto retroalimenta que el punto anterior siga ocurriendo. 
  7. Si Cristiano Ronaldo hiciera un doctorado duraría dos días. No malpienses, solamente me refiero a que una persona cuyo leitmotiv sea el "yo puedo con todo", o "déjame hacerlo a mí, que tú no sabes"; está abocado al fracaso. El doctorado es un proceso grupal, donde contar con un grupo de investigación no solo es enriquecedor sino que te va a abrir muchas puertas y te va a permitir llegar mucho más lejos que si trabajas de forma individual. 
  8. La tesis doctoral casi que es lo de menos. Ese documento que tendrás que escribir en el último año de doctorado, llamado tesis, es paradójicamente de lo menos importante. Como he contado en los últimos meses aquí, si durante los años de doctorado has trabajado lo suficiente, llegado el momento de escribir la tesis no necesitarás más de un mes para escribirla puesto que tendrás material de sobra (el cual conocerás a la perfección), y entre los artículos y lo claro que tendrás todo el trabajo en tu cabeza; tampoco necesitarás matarte a pensar y escribir. Eso sí, el trabajo previo (insisto), es clave para llegar a esto. 
  9. En un doctorado no solo vas a aprender sobre un tema muy muy específico de tu área del conocimiento. Además, aprenderás muchas habilidades transversales (trabajo en equipo, planificación de proyectos, trato con instituciones, trabajo con personas si tu doctorado es social...) que te pueden servir para un futuro trabajo no académico y para tu vida en general.
  10. A pesar de todo, merece la pena. Porque si esto es realmente lo que te apasiona, los puntos anteriores los reconocerás como una ínfima parte de todo lo que un doctorado te puede aportar. Desde risas y anécdotas hasta sentirte reconocido por tu trabajo o haber contribuido a un proceso crucial para el avance de nuestra sociedad.


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 Photo Credit: raymondclarkeimages

viernes, 13 de octubre de 2017

Cómo hacer una carta de motivación para un artículo científico

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Hace unos días, Raquel, una seguidora del blog nos sugirió hacer un post en el que informáramos sobre cómo escribir una carta de motivación (o cover letter) para artículos científicos. Así que como somos todo oídos con la gente que nos lee y se interesa en la comunidad ebaes, vamos allá:

Puede que aún no lo hayas descubierto, pero sí, las cartas de motivación son necesarias para enviar artículos científicos a algunas revistas (sobretodo para las revistas indexadas en las grandes editoriales como Elsevier). De hecho, es una de las cosas que te recomiendo que tengas en cuenta al preparar tu artículo científico antes de enviarlo a una revista

Por si es la primera vez que escuchas el término, y no sabes qué es una carta de motivación o también llamada cover letter, además de leer este post o ver este vídeo, te lo resumo: una carta de motivación, como su nombre indica, es una carta que escribes (en este caso, al editor, que es como el "jefe" de la revista) en la cual le explicas los motivos por los que has escrito tu artículo, así como los motivos por los que has elegido su revista y no otra. Ya que la mayoría de revistas que te requieren una carta de motivación adjunta a tu artículo científico, son revistas en inglés, aparte de (obviamente) tener que escribirla en este idioma, tendrás que usar un estilo de escritura "formal" (te recomiendo ver esta web sobre cómo escribir cartas formales en inglés; o consultar cualquier otra). 

En cuanto al contenido en sí de la carta de motivación, te voy a hacer una propuesta general de apartados. Te recomiendo que consultes la sección de "normas para autores" de la revista en cuestión ya que a veces hay indicaciones específicas sobre el contenido de esa carta de motivación. Pero en líneas generales, podríamos decir que es algo así:

0) Antes de empezar: estilo claro, frases simples del tipo "sujeto+predicado+complemento", nada de subordinadas ni frases con mil comas. Por otro lado, la carta no debería ocuparte más de una cara, a 12 puntos, con unos márgenes normales (ni muy grandes ni pequeños), y justificado (mejor que alineado a la izquierda). Recuerda que la carta de motivación la debe hacer la persona que va a encargarse de enviar el artículo y a la que va a llegar la información del proceso de publicación del artículo.

1) A quién va dirigida la carta: El típico Dear Mr/Mrs o Dear Dr. [su apellido] es suficiente. 

2) Preséntate: Esa persona a la que va dirigida la carta no te conoce (al menos que hayas ganado un premio Nobel o algo así). Explica en dos o tres líneas quién eres: tu nombre y apellidos, tu rango (estudiante de doctorado, profesor asociado/titular..., investigador...), tu institución y tu temática de investigación (hazla encajar con la temática de la revista). 

3) Explica por qué escribes: Ahora que esa persona sabe quiénes somos y de dónde venimos, vamos a explicar por qué escribimos: en nuestro caso, el motivo está claro: le escribo con relación al artículo científico que adjunto para ser revisado por su revista científica (poner el nombre de tu artículo y el de la revista en este punto estaría muy bien). También puedes mencionar a los otros autores que firman el artículo contigo (siempre que no sean diez, como ocurre en algunas disciplinas). A continuación, en tres líneas, trata de explicar de qué va el artículo, como una pasada muy general.  Este apartado pueden ser 3-4 líneas.

4) Profundicemos: Ahora se trata de que en dos párrafos (aproximadamente) expliquemos nuestro artículo, pero solo lo relevante: conceptos clave que utilizamos, resultados principales, y sobretodo la importancia y el interés que tiene nuestro artículo (piensa que en nuestra cover letter estamos vendiendo nuestro artículo para que sea publicado!).

5) Un poco de peloteo: Hay que reconocerlo, nunca va a venir mal. En dos líneas finales podemos decir que nuestra temática, resultados... así como otros artículos que hemos leído y citado (a poder ser) en nuestro artículo, nos han hecho elegir su revista porque encaja perfectamente con la línea editorial y con los trabajos de su revista. 

6) Consideraciones finales: A veces te piden que declares en la cover letter que el artículo no ha sido previamente publicado en ningún lado (revista, blog, academia.edu...). 

7) Cierre: Una línea agradeciendo su atención y que quedamos a su plena disposición para cualquier asunto. Al final, un clásico "yours sincerely"; y nuestro nombre (o el de todos los que firman si no son muchos). 

Y esto esto, si tienes dudas o alguna sugerencia más, déjanosla en los comentarios!!


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 Photo Credit: davide vizzini

lunes, 9 de octubre de 2017

Empieza el curso. Recopilación de información para depositar y defender tu tesis

tesis-postdoc-deposito-defensa-vuelta al cole-septiembrePues parece que no, pero ya ha llegado. La segunda "vuelta al cole" con toda la comunidad ebaes está aquí (por mucho que nos pese). Por ello, este año he creído conveniente ofreceros una recopilación o recapitulación de los posts que considero más útiles para empezar el curso con buen pie

Para hacéroslo más fácil, lo voy a dividir en cuatro posts: desde los que empiezan el curso en el que van a hacer su TFG, hasta los que van a depositar la tesis este año; pasando por el año de máster con TFM o el primer curso de doctorado. Hoy toca la sección para estudiantes que estén acabando el doctorado y tengan que depositar y defender su tesis doctoral. Para acceder a las distintas informaciones, tan solo tendrás que hacer click en los distintos elementos de la lista que quieras ver.Vamos allá:

ÚLTIMO AÑO DE DOCTORADO/DEPÓSITO Y DEFENSA DE TESIS



































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 Photo Credit: magro_kr

jueves, 5 de octubre de 2017

Cómo borrar los nombres de un artículo para enviarlo a una revista

borrar-quitar-nombre-articulo cientifico
El post de hoy es un post muy corto, pero creo que de los más útiles y directos. Se trata de cómo quitar los nombres y otras propiedades del documento en el que hemos escrito nuestro paper o artículo científico.

Como sabrás, antes de enviar un artículo a una revista científica, de cara al proceso de peer review o evaluación por pares necesitamos quitar nuestros nombres (y el de las personas que firman con nosotros el paper) de todo el documento; y eso no solo implica quitarlo de lo que hayamos escrito (por ejemplo, de la primera página encima del abstract), sino también de las propiedades del documento (eso que sale cuando pinchas en un Word y pone: "Autor: Enrique Baleriola"). Como puedes ver, eso delataría rápidamente quién es el autor. Ya que Word es la plataforma más usada cuando escribimos artículos, lo voy a explicar para esa plataforma, pero si tienes dudas de cómo hacerlo en otros procesadores de textos, tan solo busca en Google "eliminar propiedades de documento en [nombre de tu procesador de textos]".

El proceso es muy sencillo. Parecen muchos pasos pero lo he hecho así para explicarlo muy muy desmigajado:

1) Abrimos el documento donde hemos escrito nuestro artículo.

2) Arriba, en la fila de botones, pulsamos en "archivo".

3) Seguidamente, en el menú que se abre, pinchamos en "comprobar si hay problemas", que s un botón al lado del texto "inspeccionar documento".

4) Veremos tres opciones: "Inspeccionar documento", "comprobar si hay problemas" y "comprobar compatibilidad". Pulsamos en "inspeccionar documento".

5) Marcamos la opción "propiedades del documento e información personal". Esa es la que contiene el nombre del autor y el de los comentarios (por ejemplo, si estamos haciendo de revisores de un artículo y hemos hecho comentarios al margen y no queremos que aparezca nuestro nombre). Las demás opciones las podéis revisar por si queréis eliminar algún tipo de dato más; en caso contrario, solo marcad la de "propiedades del documento e información personal".

6) Le damos a "inspeccionar". Si hay datos personales en el documento, nos saldrá el símbolo "!" rojo y al lado el botón "quitar todo". Le damos a "quitar todo".

7) Volvemos a darle a "inspeccionar" para comprobar que ya no sale el símbolo "!" ni el botón quitar todo. Si no nos sale, lo hemos hecho bien.

8) Cerramos todo y guardamos el documento. 

Y eso es todo. Como os digo, esto también nos sirve para cuando ejerzamos de revisor de un artículo científico para una revista a la que nos hayan pedido ayuda; de forma que el autor cuando reciba el artículo con nuestros comentarios tampoco sepa quiénes somos. Y por supuesto, para cualquier documento que quieras enviar sin que nadie sepa quién eres 😉.


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 Photo Credit: Simeon Berg

domingo, 1 de octubre de 2017

Todo acaba. Valoración de mis años de doctorado.

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Como bien sabéis, hace cuatro días, por fin, defendí mi tesis doctoral tras tres años de doctorado y uno de máster cargados de aprendizajes, risas y lágrimas, aciertos y fallos, éxitos y fracasos, sorpresas y decepciones...

No os voy a mentir. El camino no ha sido fácil: estar a 900km de tu familia, pagando de tu propio bolsillo el alquiler, las matrículas, la comida... quedándome sin salir con los amigos por no gastar más dinero o por estudiar un rato más por si en un par de meses estaba de vuelta en casa de mis padres sin poder continuar el doctorado. O trabajando en un restaurante desde las 13.00 hasta las 3.00 de la mañana sin parar para volver al día siguiente a las 12.00 a empezar otra vez a la par que me denegaban la FPU dos años seguidos. No os quiero aburrir haciendo un listado de problemas porque a fin de cuentas todos los tenemos, y estoy seguro de que tú que me lees sabes de lo que hablo porque has pasado por otras situaciones igual de difíciles. 

El caso es que todo esto me ha servido para aprender a valorar más cada día que he podido estar en Barcelona, y ya no os puedo contar de lo que supuso haber defendido la tesis y que el presidente del tribunal me dijese: "Enhorabuena Enrique, ya eres doctor con una calificación de excelente". Os podéis imaginar mi cara (y si no, os dejo un breve resumen en el vídeo de aquí abajo). En ese punto final que supuso el cerrar una etapa pude ver todos esos recuerdos de cuatro años pasar por delante de mí, y no pude evitar sonreír. Sí, es cierto que no ha sido fácil. También que no ha sido idílico, que he tenido que luchar mucho. Pero aún así puedo decir que ha sido perfecto. Y lo ha sido porque si algo he aprendido (o recordado, porque en realidad esto ya lo sabía) durante esta última semana, es que con esfuerzo todo se consigue. Y no tienes más que mirarme a mí, un chico de 27 años recién cumplidos que no es ni demasiado listo ni demasiado guapo, al cual no le han regalado nada; pero que ha conseguido llegar a donde realmente quería. Y si yo he podido, tú puedes. Ya se trate de hacer un doctorado, de sacarte unas oposiciones, de hacer una maratón, o de hacer tu propia galería de arte. 

Tampoco pretendo dar lecciones magistrales de autoayuda. Tan solo quiero hacer ver que aquello que de verdad me llenaba, aquello que auténticamente me hacía ilusión y que me seguía removiendo por dentro pese a todas las decepciones y problemas era mi auténtico objetivo, pasase lo que pasase. Y así ha sido. ¿Si ha merecido la pena tanto esfuerzo? Pues hasta ahora solo puedo decir que sí, el tiempo dirá si en el futuro mantengo esta opinión (por mucho que haya tenido momentos de estar a punto de dejarlo). Ten claro que tendrás que hacer sacrificios (personales, emocionales, mentales...), pero si es por conseguir tu objetivo más profundo, lo conseguirás.

Y es que si los contratiempos han sido grandes, los aprendizajes y los buenos recuerdos han sido gigantes: desde llegar a Barcelona perdido y en tres meses estar chapurreando catalán enseñando a chicas y chicos jóvenes en un bus turístico la universidad; hasta haber hecho una maratón cuando empecé a hacer deporte tan solo un año y medio atrás. Pasando por esas cervezas con los compañeros en el bar de la universidad, las ponencias en congresos, los primeros artículos publicados, las confidencias, las risas, los viajes, los reencuentros con los amigos, ver cómo el proyecto ebaes va creciendo como si fuese tu propio hijo (gracias a vosotros), las salidas en bicicleta con las increíbles vistas de Barcelona... todo eso quedará grabado por siempre en mi memoria y ya forma parte de lo que soy y lo que ha supuesto convertirme en doctor. 

Y todo esto viene porque hoy os quiero dar las gracias. Gracias de verdad, las gracias más sinceras que nunca te hayan podido dar. Si lees esto, da igual si eres un amigo mío de toda la vida, un conocido de mi ciudad, un suscriptor del blog o simplemente una persona que ha pasado por aquí. Te quiero dar las gracias, porque como dije ayer, para mí ya eres parte de mi familia al haber estado aquí durante el tiempo de mi tesis doctoral. Y por eso, ya estás en mí, y queramos o no eso ya no se puede cambiar. Así que gracias por formar parte de esto. 

No quiero entretenerme más. Os dejo el vídeo del último diarioebaes en el que os cuento cómo fue justo el antes y el después de la defensa.



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 @ebaes 

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