martes, 13 de septiembre de 2016

Deja de ser egoísta. Basado en una historia personal

Hace unos días, obtuve uno de los aprendizajes más contundentes y directos que jamás he tenido en mi vida. Sí, me atrevo a decir que ha sido de los más impactantes y de frente con los que me he chocado. Puede ser que te interese, puede ser que no lo encuentres interesante, pero he decidido compartirlo con vosotros por si puedes sacar algo beneficioso para ti, apropiártelo para tus propia vida, o simplemente para reflexionar sobre él y que te atrevas a compartir tus aprendizajes y fallos; como los míos.

EN SITUACIÓN

Desde hace tres años, sigo anualmente la celebración de un curso-reunión-taller (la etiqueta es lo de menos), organizada por un experto en competencias digitales y su equipo de los cuales he aprendido bastante sobre blogs, redes sociales, lifestyle... en la que durante 4-5 días, te "encierras" con ellos para aprender sobre estos temas, otros similares y otros no tan relacionados; durante unas 17h diarias (sí, entre 15-17 horas cada día). 

Durante estos tres años, siempre he querido participar pero mi dark-side siempre me ha susurrando al oído "no lo intentes", "jamás lo lograrás", "esto no es para ti", "no estarás a la altura", "nunca has estudiado nada relacionado con el márketing digital". Esto, sumado a que el precio del curso es más que prohibitivo para mí, siempre ha conseguido vencerme y no intentarlo nunca. El caso es que esta primavera, para la edición de este año, decidí aplicar y vencer a mi dark-side, pasase lo que pasase, asumiendo la responsabilidad de intentarlo aunque tuviese que pagar mi inscripción con trabajo voluntario o cualquier otra contraprestación que estuviese en mi mano (sabía que era la oportunidad de mi vida para crear cambio, conocerme a mí mismo, e invertir en un resultado positivo para la comunidad ebaes). El hecho de que el año anterior hubiese una plaza"gratuita" para aquel proyecto o iniciativa que más cambio positivo crease y fuese más interesante para el equipo organizador, me hizo inscribirme y rellenar el cuestionario para ser seleccionado (no sirve de nada tener el dinero para pagarlo si no superas este extenso cuestionario sobre ti y tu proyecto y la entrevista posterior). 


LO QUE PASÓ

Decido rellenar el cuestionario, en el que expliqué mi interés, voluntad y pasión por participar con el proyecto ebaes como bandera: una comunidad de jóvenes investigadores, pre-investigadores, estudiantes de máster y doctorado donde todos podamos aprender de todos, con el objetivo de impulsarnos, compartir historias, aprendizajes y fallos; y donde revertir todos los aprendizajes de este curso-taller en todos vosotros que leéis el blog u os interesan estas temáticas de una manera o por otras.

Sumado a esto, en las preguntas del cuestionario dejé bien claro que mi objetivo con mi candidatura no era ser seleccionado, puesto que no tenía el dinero necesario (una importante suma de dinero, aunque mereciese la pena y el retorno fuese más que compensatorio, pero lo dejé bien claro hasta dos veces en el cuestionario); sino quedarme con la conciencia tranquila de que, tras tres años pensando si aplicar o no; al menos lo había intentado (y reconozco que también tenía la ensoñación de que, al igual que el año anterior, pudiese ser seleccionado en una de las plazas de "invitación" aunque pagase igualmente mi solicitud trabajando voluntariamente, colaborando, difundiendo y promocionando este curso-taller; o de la forma que fuese necesaria) y había dado lo mejor de mí mismo en un arduo proceso de selección en el que sabía que tenía mucho que aprender, mucho que decir y poco que perder. A fin de cuentas, gracias a los coordinadores de este curso-taller, algunos profesores invitados y otras rockstar del mundillo, había leído y aprendido mil veces esos mantras que todos hemos escuchado: "rendirse no es una opción", "siempre has de intentarlo", "Quien lo intenta con toda su energía siempre lo consigue", "Hay que ser persistente", etcétera. Ya sabrás a lo que me refiero.


DESENLACE

Finales de junio. Recibo un email del organizador principal en el que se me comunica que he sido seleccionado para la segunda fase: la entrevista. Si consigo pasar la entrevista seré seleccionado automáticamente para el curso que se realizará en otoño. 

Acordamos la cita para los últimos días de julio. Jamás pensaba que el choque del que tanto iba a aprender estaba acercándose.

Reconozco que estaba realmente nervioso un rato antes de la entrevista. Iba a conocer personalmente (aunque fuese por internet) a una de las personas que más me ha enseñado e inspirado durante los últimos meses para la comunidad ebaes.

Comienza la entrevista... empezamos a hablar intercambiando un par de saludos, y enseguida comienza a hacerme preguntas del estilo a las del cuestionario de la primera fase (qué espero de este curso, cuál es mi objetivo con el curso, dónde y cómo pienso aplicarlo...). Finalmente llegamos al apartado de "aclaraciones, preguntas finales" en el que le comunico que me parece muy interesante, que estoy muy ilusionado, pero que le recuerdo que siendo franco y directo, no tengo el dinero necesario para participar (con esto, mi objetivo era ver cómo arreglábamos este punto, si es que se podía arreglar). El aprendizaje llegó cuando el coordinador del programa me hizo ver un punto de vista que jamás hubiese imaginado: mi propio egoísmo por pensar solo en mí y en mi beneficio al aplicar para este curso-taller.

El argumento para recriminar mi egoísmo me dejó sin palabras por su claridad, sencillez y contundencia, no podía discutirle ni una coma de sus argumentos: mi afán por saber si mi propuesta estaba a la altura, si era válido para un programa tan selecto; el hecho de seguir mi corazonada para tranquilizar mi conciencia aplicando... hizo que todo un equipo trabajase para mí analizando mi candidatura, leyese y evaluase mi proyecto, concertasen una cita para la entrevista a una hora intempestiva, e hizo que otra persona se quedase fuera del curso solo por mis ganas de saber si era capaz.


APRENDIZAJES

-Deja de pensar en ti. El objetivo, el target, la finalidad siempre está fuera: en tu comunidad, en tu sociedad, en tus pacientes, en tus trabajadores... tú solo eres una pieza (y no la más importante).

-Nunca pierdas de vista el win-win. Si buscas algo, ofrece algo a cambio (y si puede ser el doble de lo que la otra parte espera de ti, mejor). Nunca pidas, apliques, intentes, requieras, solicites... sin ofrecer algo valioso para la otra parte.

-Olvida los cuentos de hadas. Hasta de quién te los vende (siempre se venden, aunque no sea por dinero), hasta las historias personales más emocionales y que te han tocado el alma, hasta las personas que admiras... al final son historias de esas personas, no tuyas. Esto quiere decir que jamás podrás utilizar aquello que digan, expliquen o cuenten en ti. Tus aprendizajes están en ti, tus fallos son tuyos (a mucha honra!), y lo que otros han extraído de sus meteduras de pata o éxitos permanecerá en ellos. No en ti. Como mucho, podrás adaptar y apropiarte algún aprendizaje. Nada más. Esto empieza por mí mismo y todo aquello que hayas aprendido de mí. "Desconfía" de todo lo que no venga de ti mismo, confía solo en tu propia intuición, aprende de ti. Crece.


Estos son los aprendizajes que he obtenido. Esta es la historia. Una vez más vuelvo a desnudarme para ti. ¿Cuáles son tus aprendizajes? ¿Te atreves a desnudarte aquí para todos, exponerte en público? Nos encantaría aprender de tus más profundos fallos.


Si te ha gustado el post, compártelo en Facebook, Twitter y recomiéndalo! Al final de cada entrada tienes los botones de redes sociales. Suscríbete en la barra de la derecha. Un regalo exclusivo para lectores VIP dispuestos a romper moldes, sobresalir e impactar te está esperando. Encontrarás más información en el email de confirmación que te enviaré. 

 @ebaes 

 Photo Credit: Brandon Shea

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario. Te responderé personalmente en la mayor brevedad posible. Si te ha interesado el contenido, suscríbete en el botón que tienes a la derecha.