jueves, 25 de mayo de 2017

4 trucos sobre cómo clasificar y almacenar los datos de tus investigaciones

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En el post de hoy vamos a hablar del meollo del proceso de investigación: la recolección y clasificación de nuestros datos empíricos.

A todos nos ha pasado alguna vez: estás reuniendo archivos, fotografías, documentos... para analizarlos después, y no recuerdas dónde los has guardado. O directamente los has borrado sin querer. En ciencias "duras" más de lo mismo: tienes todos los datos de tu PCR, los resultados de tu cultivo, o los planos de Autocad terminados... y a la hora de recuperarlos para analizarlos o retocarlos no los encuentras

Vamos a intentar ponerle solución con estos aprendizajes que a mí me han servido y creo que pueden ser útiles para ti:

1. Haz doble copia de seguridad: guarda siempre dos veces tu archivo, aparte del original. Yo lo que suelo hacer es guardarlo en Dropbox y en un disco duro externo (un pen drive sirve también). Con esto te aseguras de que por muy mala suerte que tengas, siempre vas a tener otra versión disponible. Eso sí, recuerda actualizarlo con frecuencia.

2. Cuidado con los almacenamientos en la nube: Como todos sabemos, la nube no siempre es el lugar ideal para guardar según qué archivos, y sobretodo si son datos sensibles (datos que contengan información que pueda vulnerar a algunas personas o empresas): los hackeos y los leaks están a la orden del día. Para este tipo de datos, yo recomiendo usar siempre discos duros o pendrives.

3. Utiliza excel para clasificar los archivos: Por cada paper o proyecto que vayas a llevar a cabo, utiliza un excel (o SPSS, o Google Spreadsheet) para clasificar tus archivos. Las categorías de la clasificación ya dependen de tus datos y de ti. Las básicas suelen ser: fecha de recolección, persona que lo ha recolectado, tipo de archivo, nombre del proyecto, etcétera.

4. Codifica o renombra tus archivos. Cuidado con datos sensibles: Además de guardarlos en un excel, te recomiendo poner un nombre fácilmente identificable a cada archivo de tu investigación. Cuando nos descargamos algo de internet, muchas veces viene por defecto un nombre sin sentido (del tipo "art_22" o "4564dsfdsafas65ds8fdsa"). De esta forma, al cambiar el nombre, si no lo encuentras en tu ordenador a la primera, con poner la palabra clave que sabes que contienen todos los archivos, lo encontrarás. Igual que comentábamos en el punto 2, ten cuidado con los datos sensibles que pudieran perjudicar a alguna persona o institución.



¿Qué trucos usas tú? ¿Algo que se nos haya quedado en el tintero? Déjanoslo en los comentarios!

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 @ebaes 

 Photo Credit: Seattle - libraries and friends

2 comentarios:

  1. - Documentar, documentar, documentar...
    - Control de versiones que vaya más allá de "definitivo", "final", "definitivi-real"... (Con un poco de práctica GIT es ideal)

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    1. Muy cierto, Juan. Pensamos muchas veces que eso de "definitiva" "definitiva 2.0", "la-buena-de-verdad-que-si" nos va a ayudar, pero al final solo es ocupar espacio sin que nos ayude en nada... incluso nos puede acabar haciendo más problemas que soluciones. Un buen excel o papel y boli nunca van a fallar ;)

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