martes, 22 de marzo de 2016

Experimento #1: Detox quest

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El plan:

Este fin de semana, tras meditarlo durante un mes, llevé a cabo una propuesta personal que me parecía muy interesante, y que sobretodo, me apetecía realizar, a la cual denominé el #DetoxQuest.

En un primer momento, el Detox Quest iba a consistir en adquirir de parte de alguna de las marcas más famosas, un pack de zumos detox, no tanto por la finalidad de "desintoxicarme" (que también la considero una finalidad colateral importante), sino por conseguir un objetivo a corto plazo distinto, útil, interesante y de conocimiento personal. 

Qué comí en 24 horas:

Pese a que estas finalidades se mantuvieron, finalmente aposté por fabricar los zumos a mano (más cercanía, más natural, más pureza, más conocimiento del proceso = más aprendizaje, que es de lo que realmente se trata). Así pues, durante el domingo 20 de Marzo solamente ingerí siete zumos caseros, hechos sin consultar a expertos, ni recetas, ni cantidades; tan solamente consulté los ingredientes de una de estas populares páginas para tener una idea de qué tenía que comprar. Finalmente, el resultado fueron siete platos crudiveganos del estilo al de la foto que contenían en total:

-7 zanahorias de unos 9cm de largo.
-2 calabacines de unos 20cm de largo.
-3 pepinos.
-3 tazas de canónigos.
-3 tazas de espinacas.
-3/4 de litro de leche de almendras.
-1 vaina de vainilla.
-1 bola y media de remolacha.
-1 cucharada de lecitina de soja.
-6gr de jenjibre.
-3/4 de una pieza de piña.
-2 manzanas.
-1 pera.
-2 limones.
-1naranja.
-200gr de nueces.

A esto, añadí una infusión de té con canela a media tarde/noche, dado que el penúltimo zumo que preparé me salió escaso de cantidad y me encontraba con bastante hambre.

Sensaciones:

El mapa que estaba dibujando me hizo levantarme a las 11 de la mañana tras cinco increíbles horas de fiesta la noche anterior con Tamara, Alberto, Victoria, Ares, Marga y Almu. Por esto, desde el inicio ya iba con un poco de "retraso" a la hora de repartir la ingesta de forma equitativa durante todo el día. El primero fue el zumo que veis en la foto (nueces, pepino, calabacín, canónigos, piña). No sabía mal... conforme fue avanzando el día, no noté en ningún momento una sensación de hambre especial. Tampoco tuve que luchar especialmente en contra del "ansia" por comer, salvando el normal hábito de comer al mediodía o pensar en comer cuando pasas por delante de alguna tienda de comida/bar (y más estando en Almería, reina de las tapas y bares). 

Además, al llegar la noche tuve un sueño muy ligero y las sensaciones fueron increíbles: más lucidez, más tranquilidad, y desaparecieron las ganas de cenar.

Por otro lado, tuve la ocasión de hacer una excursión por Almería tirando fotos, y pese al paseo de unas dos horas no noté agotamiento, fatiga ni más cansancio del habitual. También me llamó la atención lo bien que me encontraba a la mañana siguiente (ayer): sin hambre (desayuné a las 10:30 y llevaba despierto desde las 8:00), sin cansancio, ni sensación de hambre. 

Conclusiones:

Recomiendo hacer un Detox Quest a todo el mundo, de vez en cuando. Un reto de duración veinticuatro horas al que cualquiera puede acceder y conseguir, tanto a nivel de salud como personal. No puedo afirmar que esté menos "intoxicado", pero sí que me sirvió para conocerme, controlarme y reflexionar sobre mí mismo y mi relación con los demás, la comida, mis actividades diarias. 

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@ebaes 

Photo Credit: ebaes

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